Thursday, December 28, 2006

Ya sí, lo asumo, estoy ultra picada


Sí, sí sé que dije que iba a escribir como cada quince días, pero parece que ando inspirada, así que bueno, para los que leen esto, ojalá sea un agrado.

La verdad es que hoy no hay una especie de tópico definido... o a lo mejor sí...podría ser algo así como "La del Picao". Aclaro, ahora que sé que me lee gente que no es de nuestra larga y angosta faja de tierra, que "La del Picao" es una expresión que define un comentario y/ó actitud de un individuo que se ha resentido por algún motivo, hacia el objeto de resentimiento o hacia algún objeto inocente.

Una vez hecha esta aclaración me gustaría iniciar mi ataque en picada en contra de algunas cosas y situaciones que aparecen en nuestro mundillo tan pequeño, porque no vamos a negar que, al menos esta ciudad, con sus seis millones de habitantes, es un pequeñísmo pañuelo.


Un verano naranja...NOT

Para que entiendan por qué estoy tan pi, remitámonos a la época en la que nos encontramos: La bendita y esperada por todos, época estival . ¡Oh sí! el sensacional verano está aquí, con 34º de calor azotando nuestros frágiles y no tan frágiles cuerpecillos que caminan por el asfalto derretido de las calles de la ciudad... Seamos honestos, el verano definitivamente ya no es lo que era antes; antes cuando éramos viles escolares que esperaban la última campana de clases para salir corriendo, vaciar nuestros lockers y en algunos casos, como el particular, quemar en el patio los cuadernos de matemáticas para no tener que ver ni un solo número hasta el año entrante. No señores, el verano ya no es esa época deliciosa en la que vacacionábamos de lo lindo, algunos tranquilos en casa, otros fuera de la ciudad o incluso fuera del país. ¿En qué se ha transformado entonces? Pues hoy el verano es la continuación del año laboral, pero con un poco más de calor. Por eso es que justamente en estas épocas, en las cuales a pesar de que aún soy parte de la Facultad de Letras, me parto el lomo trabajando para juntar unas lucas para pagar mis faladeudas y otra serie de compromisos econónmicos que se adquieren, a estas alturas, ya ni sé dónde. Puaj!



Otra cosa insoportable de verano, para quienes no lo disfrutamos como antaño, es ver en las calles a quienes obviamente sí lo hacen. Esos hombres que al parecer salen solo con el sol; altos, guapos, de espaldas anchas y abdominales marcados con bermudas Rip Curl y mil pulseritas que gritan "¡viva Pichilemu broder, que no te bote la ola hermano!". Fauna extraña en las calles cuando uno anda tapado. Las mujeres no se salvan, en estos momentos me irritan todas las minas regias, sonrientes, olorosas a coco, vainilla y zanahoria sintética, bronceadas hasta el tono cucaracha (si quiere una imágen gráfica del término, solo piense en Chabe de la Generación 2000) comprando en el drugstore alguna pilchita para lucir en el brillo de la noche.

Todo esto sucede frente a mis ojos, mientras corro por Providencia o el centro pagando cuentas o camino a la pega, pasada en un par de kilos (porque el estress me pone ansiosa y yo ansiosa como más) y blanca como una pantruca invernal; la única marca del sol en tu cuerpo está en tu muñeca, en el espacio en blanco que te dejó usar el reloj, pero de la guata...pf! ni hablar. ¡Que envidia! ¡estoy picá!

Otra cosa que viene con el veranito de San Juan, es la época de Fiesta. Claro, porque excluyendo la Navidad, que tiene valores distintos para cada persona (pero que no por eso hace menos insoportable el tránsito la segunda quincena de diciembre), el Año Nuevo se transforma en EL TEMA una vez que el Viejito Pascuero enfiló hacia el Polo Norte y te dejó los bolsillos pelados. ¿Qué vas a hacer para año nuevo? ¡Qué sé yo! Atrás quedaron los tiempos en los que contaba los días, porque tenía un carrete potente, donde iba a bailar hasta que se me gastaran los zapatos y donde pretendía que mi destino cambiara como en una buena película adolescente gringa. No, ya no más, a estas alturas estoy tan cansada y tan vieja que prefiero juntarme con algunos amigos, comer rico, tomar una cosita poca y bailar unos cha cha chás después de cumplir con las cábalas de rigor; en caso de que eso no se concretara, pues un gran abrazo a mi familia, bailar Un año más de Tomy Rey (porque es OBVIO que el 80% de las radios la va a tocar a las 12; Dios, ese hombre debe hacerse trillonario ese día), comer algo rico y acostarme temprano para despertar el primer día del año nuevo con un ánimo fresco. Debo admitir que me da un poco de nostalgia.

Bueno, dejemos al pobre verano tranquilo, que ha sido el chivo expiatorio de toda mi pica. Para todos quienes sí estén disfrutando su verano, pues, DENLE, que envidia más grande, jajajaja. No, en serio, me alegro de que haya gente que está diciendo "Que bacán mi verano". Espero algún día, en un futuro no tan lejano, volver a decirlo con muchas ganas.

Por ahora...enjoy what you've got bitch!





0 Comments:

Post a Comment

<< Home